20 Sep El curso de Piloto Privado de Aviones en Uruguay.
Tiempo de lectura: 3 minutos Una vez que decidiste en qué escuela realizar el curso, con toda seguridad estarás contando los días y las horas que faltan para tu primera clase.Dependiendo de tu disponibilidad de horario, esta espera se reiterará clase a clase. Una vez que comienzas el curso, te has tirado en el tobogán.Cada clase se compone de una parte teórica y una práctica, planificación, ejecución, evaluación.
Normalmente esto insume más tiempo del previsto, aprenderás que en tus primeros viajes, la Aviación requiere más tiempo de planificación que el propio vuelo.
La preparación de la clase, incluye el análisis de los procedimientos que se emplearan para ir aprendiendo las distintas maniobras que te permitirán dominar con seguridad la aeronave.
Una vez en vuelo, el instructor demostrará con ejemplos lo que se planificó y luego te asistirá para que tu lo realices, tantas veces como para que tanto tu como él se sientan seguros de que dominas la maniobra.
Como suele suceder en todo aprendizaje, luego de un tiempo se volverá a practicar lo mismo para afirmar los conocimientos.
Durante las clases se permanece en el área cercana al Aeródromo, con lo cuál mientras realizas estas maniobras también estarás en contacto con el operador de radio, y el resto de los pilotos que se encuentren utilizándolo.
A medida que el curso avanza, cuando ya controles los principios básicos, comenzarás a practicar las maniobras de emergencias, lo cual se convertirá en el foco principal del curso. Volar es fácil, hacerlo de forma segura y estar preparado para lo inesperado es muy importante.
Estas maniobras consisten básicamente en reconocer y recuperar las actitudes peligrosas del avión.
También te entrenaras en aterrizajes luego de una falla de motor.
La práctica de estas maniobras no sólo te dará mayor confianza y seguridad, sino que te permitirá reconocer las virtudes aerodinámicas del avión.
Con el paso de los días, comenzarás a conocer la dinámica del Aeródromo, de la Escuela, reconocerás la voz de los controladores de radio y poco a poco te sentirás inmerso en la comunidad aeronáutica.
Es un mundo lleno de personajes y leyendas, 3 millones de expertos y mucho por hacer.
Una buena forma de vincularte más es prolongando tu estadía en el Aeródromo todo lo que puedas, antes y después de clase.
Un buen día, después de haber tenido como minímo 10 horas de vuelo, pero quizás a las 20 o 30, tu instructor se bajará del avión y te dará instrucciones para que realices tu primer vuelo solo. Para que te hagas una idea, hay libros escritos sobre esa primera experiencia, que para algunos resulta hermosa y para otros intrascendente, pero que sin dudas es inolvidable. En tu solo, quizás únicamente tengas que hacer un par de “toque y siga”, no más de 10 minutos de vuelo…. Pero te servirá para reconocer todo lo que has aprendido y lo distinto que se comporta el avión al no tener a tu instructor y sus kilos encima.
Cuando te bajes del avión y veas a tu instructor esperándote orgulloso, te sentirás por primera vez Piloto y será un paso muy valioso en tu vida.
Quizás para ese punto ya hayas desarrollado una relación con tu instructor que más allá de la de un equipo se parezca más a la de una amistad. Es que al volar cada uno cuida por los dos y se comparten momentos muy especiales.
De ahora en más, los vuelos en solitario podrán ser parte de la dinámica de una clase, quizás los primeros minutos del vuelo lo hagas con el instructor y luego el tiempo restante vueles solo, procurando adquirir cada vez mayor confianza.
Entre tanto, es probable que ya hayas preparado y rendido el exámen teórico.
Ya sobre el final del curso, junto a tu instructor comenzarás a preparar las Travesías a través del País.
En esta etapa, aprenderás todos los factores que están involucrados en un vuelo, conocerás los secretos de la navegación, el uso de mapas y calculadoras, medición de distancias y ángulos de viento y tantas otras cosas que no serán difíciles de aprender pero distarán del concepto “agarro el avión y salgo para ahí”.
Como todo en el curso, el primer vuelo en travesía lo harás con tu instructor, recorriendo dos o tres aeródromos, conociendo a quienes trabajan en cada uno, que serán viejos conocidos de tu instructor y te recibirán la próxima vez que llegues.
Ese viaje que puede llevar varias horas, te habrá preparado para realizarlo tú mismo en solitario próximamente. Ya no estarás volando cerca de tu Aeródromo, ni escuchando las voces de los controladores conocidos, y ni siquiera lo estarás haciendo por unos pocos minutos, sino que estarás viajando a través del país, como un piloto más.
Tal vez realices más de una travesía con tu instructor o en forma solitaria, recuerda que no hay limitaciones en cuanto al tiempo te lleve el curso o cuantas veces repitas una maniobra.
A tu regreso, dará comienzo la parte final del ciclo, la preparación del examen práctico.
En resumen, realizar el curso de Piloto de Aeronave es en cuanto a su dinámica bastante parecido a tomar clases para aprender a conducir un automóvil. Pero por las diferencias obvias, el camino para convertirte en Piloto enriquecerá tu vida de forma indescriptible.
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